En la industria metalmecánica, los procesos de tronzado y ranurado son fundamentales para la producción de componentes y una infinidad de ensambles y subensambles. Estos procesos presentan numerosos desafíos que deben ser superados para garantizar la eficiencia y la calidad del producto final. Entre estos destacan la estabilidad de la herramienta, la gestión del desahogo de viruta y el control adecuado de las velocidades de corte.
Estos procesos de torneado incluyen cualquier tipo de material: aceros, aceros inoxidables, aleaciones de aluminio y materiales no ferrosos. Cada uno, añade una capa adicional de complejidad, ya que cada material requiere de cuidados específicos y herramientas adecuadas para lograr el resultado esperado en el trabajo de cada pieza, tomando en cuenta aspectos de repetibilidad inherentes en ciertos productos, como los automotrices.
En las operaciones de tronzado y ranurado es muy importante mantener la estabilidad de la herramienta, lo cual es crucial debido a que cualquier movimiento del ataque a la pieza puede afectar la precisión del corte y la calidad del acabado superficial. Las herramientas deben ser capaces de resistir las fuerzas laterales y mantener su posición durante toda la operación. La falta de estabilidad puede resultar en vibraciones, desgaste prematuro de la herramienta y defectos en la pieza de trabajo.
Por otro lado, la viruta generada durante el corte debe ser evacuada de manera eficiente para evitar que interfiera con el proceso de mecanizado. La acumulación de viruta puede causar atascos, aumentar las fuerzas de corte y dañar tanto la herramienta como la pieza de trabajo, por lo que un buen diseño de la herramienta y la aplicación de refrigerante adecuado son esenciales para facilitar el desahogo de viruta y mantener un proceso de corte limpio y eficiente.
El control de las velocidades es el otro elemento fundamental a ser considerado en un proceso de tronzado y ranurado. Las velocidades de corte inadecuadas pueden causar sobrecalentamiento, desgaste excesivo de la herramienta y malos acabados superficiales. Por ello es siempre recomendado seleccionar las velocidades de corte correctas basadas en el material de la pieza de trabajo, el tipo de herramienta y las condiciones de mecanizado. El ajuste preciso de estas velocidades puede mejorar la eficiencia del proceso y prolongar la vida útil de la herramienta.
Cada material requiere su herramienta
El tronzado y ranurado se aplican a una amplia gama de materiales, incluyendo aceros, aceros inoxidables, aleaciones de aluminio y materiales no ferrosos. Cada material presenta sus propios desafíos y requiere diferentes enfoques en términos de herramientas y parámetros de corte.
Por ejemplo, los duros y abrasivos, como los aceros (incluyendo inoxidable), que requiere herramientas de alta resistencia al desgaste; los materiales blandos como el aluminio, que tienen a generar virutas largas, por lo que requieren herramientas con geometrías que permitan mejor evacuación o con rompevirutas; o bien, los no ferrosos, como el cobre, el bronce y el titanio, que también necesitan de una evacuación especial de viruta.
Los fabricantes de herramientas de corte trabajan de manera permanente en sus áreas de diseño para asegurar que estos requerimientos sean solventados. Tal es el caso de Sandvik Coromant, empresa sueca que tiene entre su portafolio la herramienta CoroCut 2, diseñada para abordar los desafíos del tronzado y ranurado con precisión. Esta herramienta se caracteriza por varias mejoras tecnológicas que la hacen especialmente útil en diversas operaciones de mecanizado.
Por ejemplo, tiene una interfaz de riel en las inserciones más pequeñas para proporcionar una posición más precisa del inserto y reducir así el movimiento lateral. Este diseño mejora la estabilidad durante el corte, reduciendo las vibraciones y mejorando la precisión del proceso.
La familia de herramientas CoroCut 2 también cuenta con cuchillas de tronzado equipadas con refrigeración interna y mejor garra de sujeción, que favorece la estabilidad lateral. Esta característica es particularmente útil cuando se crean chaflanes antes del tronzado con cortes más limpios.
Los insertos para estas herramientas son de varias, como el GC1225, que tiene mayor resistencia al desgaste del flanco y mayor dureza de la línea de borde. Las geometrías de inserción actualizadas mejoran la calidad de la línea de borde y proporcionan una vida útil más predecible de la herramienta.
La pieza de trabajo
El tronzado y ranurado se utilizan para fabricar una variedad de componentes en industrias como la automotriz, aeroespacial y de maquinaria. Algunos de los componentes comunes incluyen los ejes y árboles para transmisiones automotrices y sistemas de propulsión aeroespacial; engranajes y piñones, comunes en maquinaria industrial; componentes de precisión, como los requeridos en equipos médicos; entre muchos otros.
Sobra decir que las piezas de trabajo que se someten a este tipo de procesos requieren cada vez mayores niveles de precisión y acabado superficial, por lo que elegir la herramienta adecuada, para cada geometría o material específico, resulta vital; sobre todo si lo que se busca es automatizar procesos para asegurar la productividad en procesos de producción de gran volumen.
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