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El sistema educativo a nivel mundial, así como empresas de los diversos sectores, no estaban preparados para el Covid-19. Lo que se vive en la actualidad llegó de sorpresa y con ello surgió la necesidad de cerrar los planteles educativos y transitar a las diversas modalidades de estudio, aún cuando no se estaba preparado.
Pedro Ollervides, director general académico de la Universidad Tamaulipeca en Reynosa, Tamaulipas, comentó que, en términos de pérdidas económicas, el cierre de las universidades y escuelas particulares a nivel mundial alcanzó los 10 millones de dólares.
“Con esto vemos cómo ha influido el sector económico, y no solo a las universidades, sino al comercio que existe en torno a las mismas, ya que, si bien aún no está cuantificado, es de tomar en cuenta las pérdidas económicas que arroja esta pandemia, pues muchas instituciones de educación superior brindan alojamiento, asistencia, alimentación y renta de casas, por mencionar algunos servicios que se ven afectados”, detalló Ollervides.
Hablando en particular de México, desde que se cancelaron las clases presenciales, existen 35 millones de estudiantes que se quedaron en casa y 2 millones de catedráticos están en sus hogares.
De un día para otro se cerraron las escuelas, los maestros tuvieron que trabajar con los recursos tecnológicos con los que contaban al alcance y empezaron a surgir diversas problemáticas.
“Con base en las estadísticas que tenemos a través del INEGI, de cada dos hogares solamente una cuenta con servicio de internet. Esto representa solo un 52% de los hogares en México”, explicó Pedro Ollervides.
Por otra parte, explicó que solamente el 35% de los catedráticos en México dominan las estrategias didácticas tecnológicas para poder llevar a cabo el uso de la tecnología.
¿QUÉ RETOS ENFRENTA LA EDUCACIÓN CON LA NUEVA NORMALIDAD?
Los procesos de enseñanza-aprendizaje van a sufrir modificaciones, hoy se necesitan utilizar dos modelos educativos: el presencial, al que se estaba acostumbrado y el de las tecnologías de la información.
“Se puede seguir generando conocimiento, pero se requiere más inversión para las escuelas públicas, ese es el reto principal, ya que en la educación básica se disminuyó el 7.3% de recursos”, dijo Ollervides.
EL RETO PARA LOS ESTUDIANTES
Ante los cambios en la nueva normalidad en las instituciones educativas, hoy en día no bastará que los estudiantes obtengan un título, hablen varios idiomas, aprueben todos sus exámenes o ingresen a la mejor universidad; sean exitosos o consigan mucho dinero.
Hoy, como mencionó Ollervides, se tiene que trabajar con los estudiantes, reforzando en ellos una manera diferente de generarles conocimiento: inteligencia colectiva, conocimiento social y así mismo una solidaridad que genere en los jóvenes la innovación, la ciencia y la tecnología, ya que estas serán las mejores herramientas que les permitan enfrentar el Covid-19 o cualquier otra posible enfermedad.
“Debemos ayudar a nuestros estudiantes a que salgan de este aislamiento social que han tenido con el “Quédate en Casa”, pues ha producido en ellos ansiedad, estrés, problemas de sueño, alimentación y violencia familiar; estos son aspectos que deberemos enfrentar desde el aula en los próximos meses”, explicó Pedro Ollervides.
EL FUTURO EN LA EDUCACIÓN
Ollervides comentó para finalizar que es importante plantearse lo siguiente:
¿Cuáles son las necesidades reales que tiene hoy el mundo actual?, ¿qué es útil para la vida colectiva?, ¿qué tipo de estudiantes queremos generar?, ¿cómo podemos sobrevivir de una manera colectiva?
“Es necesario trabajar en la academia para poder lograr estas respuestas y trabajar con los estudiantes para que nos ayuden a generar estas respuestas. Es necesario trabajar con nuevos paradigmas educativos, con una educación menos académica y más práctica, donde se pueda fomentar en los estudiantes habilidades y destrezas para que sean mejores egresados”, mencionó para concluir el director general académico de la Universidad Tamaulipeca.
