Los sistemas de la serie RCS de Renishaw, como los modelos L-90 y T-90, ofrecen soluciones avanzadas para identificar y prevenir las principales causas de bajo rendimiento en robots industriales, garantizando operaciones óptimas y sin interrupciones inesperadas.
Entre los factores clave que pueden afectar el desempeño se encuentran los niveles de holgura, la repetibilidad del sistema, desviaciones en las compensaciones de unión y alteraciones en la ruta prevista del robot. Gracias a las herramientas de diagnóstico de la serie RCS, estos parámetros son monitoreados constantemente, permitiendo detectar cualquier desviación que pueda impactar la precisión o el rendimiento.
Una de las grandes ventajas de los sistemas RCS es su capacidad para cuantificar y atribuir los problemas detectados a uniones específicas u otros componentes del robot, facilitando intervenciones precisas y efectivas. El registro detallado del deterioro del rendimiento ayuda a anticipar posibles fallas antes de que generen tiempos de inactividad no planificados, lo que se traduce en una mayor confiabilidad y ahorro de costos para las operaciones.
El reacondicionamiento de robots, tradicionalmente complejo, se vuelve mucho más sencillo gracias al completo conjunto de herramientas RCS. Estas permiten remasterizar el robot en sitio, ajustando los valores correctores a cero y eliminando errores generados por ángulos de articulación incorrectos o desviaciones acumuladas. Así, se recupera el dominio total del sistema y se asegura que los robots operen con la precisión y repetibilidad requeridas.
De esta manera, la serie RCS de Renishaw no solo detecta las causas principales del bajo rendimiento, sino que también ofrece las soluciones necesarias para corregirlas y prevenir futuras desviaciones. Esto convierte a estos sistemas en aliados indispensables para mantener las células robóticas en condiciones óptimas, garantizando productividad, calidad y continuidad en la industria automatizada.
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