Simulación: clave para mejorar los procesos

Nuevo León
Gabriela Aguilera.
Marzo 2021
Gabriela Aguilera, directora de Dmasi
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En la actualidad, existe una manera muy certera de predecir el futuro, y la tecnología nos provee una gran herramienta: la simulación. Gracias a esto, podemos predecir con gran exactitud los resultados de nuestros proyectos. 

Si bien, ya tiene tiempo usándose en el diseño y validación de productos, la manufactura 4.0 la ha implementado recientemente en el proceso de fabricación de productos. De esa manera, las empresas pueden estudiar el comportamiento de sus procesos y sistemas de manufactura antes de que se implementen. 

También, permite validar el desempeño esperado de instalaciones de producción o cadena de valor existentes y en planeación, e identificar oportunidades para incrementar la productividad y posibles ahorros en costos.

No obstante, aun cuando la tecnología de simulación tiene años disponible, son pocas las empresas que la utilizan; lo que provoca retrabajo en herramentales y, por consecuencia, atraso en tiempos de entrega.

Casi cada proceso tiene una herramienta para su simulación: forja, fundición, estampado, inyección de plásticos y aluminio, etcétera. En Dmasi, hemos encontrado que la balanza de costo beneficio se inclina a favor a la hora de garantizar resultados y ser eficientes ante la gran competencia en el sector. 

Se traduce entonces en un gran valor agregado para nuestros clientes, da tranquilidad, certeza y, sobre todo, ahorros que se traducen en beneficio al cliente.

Para la industria del plástico, por ejemplo, es conveniente realizar simulaciones que nos permitan asesorar sobre cuál es el punto óptimo de entrada de material, si el diseño de la pieza es el ideal para el correcto llenado y predecir la calidad final de la pieza inyectada. 

En el caso de troqueles para estampado, la simulación nos ayuda a validar la formalidad del producto de lámina y poder hacer recomendaciones para el rediseño del producto de manera que el proceso sea eficiente.

Aun cuando no creas tener la capacidad económica para adquirir un software o contratar el servicio a un tercero parezca oneroso, al final, perder a un cliente es mucho más caro.