Pymes y la ola de innovación

Guanajuato
Nanghelly Silva.
Junio 2022
Nanghelly Silva, presidenta de la Comisión de Innovación del CCE y videpresidenta nacional de Innovación de Canacintra
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Desde antes de la crisis sanitaria de 2019 en general ya se veían venir una serie de cambios acelerados relacionados con la disrupción y el crecimiento exponencial que está teniendo el mundo. El desarrollo tecnológico ha permitido crear y habilitar nuevos modelos de negocio para atender diversos retos tanto sociales, políticos como económicos.

Cuando llega la pandemia todo esto se acelera y empieza a retar a la industria, y su manera tradicional de operar. Comenzamos a ver disrupciones importantes en la proveeduría porque se estaban requiriendo insumos mucho más rápido que la capacidad de producirlos y entregarlos, lo cual trajo una gran crisis en todas las cadenas de suministro. Otro cambio importante fue una mayor adopción del trabajo a distancia, la automatización y formas de operar con digitalización. Ahora nos es más fácil incorporar la tecnología, la industria empieza a incorporar esto estos elementos, no obstante, el reto es hacer que no sea solamente algo reactivo, sino que la industria empiece a prepararse para un futuro que no es a 10 ni 20 años, estamos hablando de un futuro a dos o tres años, donde si no están participando en la economía digital, si no incorporan tecnología en sus procesos para ser más productivos, perderán competitividad y eventualmente, las empresas se verán condenadas a la obsolescencia.

Hoy podemos ver una marcada brecha de productividad; a la par que se identifica una tendencia a trabajar con sistemas ciberfísicos, se pueden probar en entornos digitales ciertos componentes, modificaciones en planta, a través tecnologías como los gemelos digitales. Las empresas podrán competir de una manera más inteligente incorporando inteligencia artificial y la ciencia de datos. Todas estas tecnologías que conocemos hoy como la industria 4.0, son las que marcarán el futuro para la industria.

Es necesario que las pequeñas y medianas empresas (Pymes) se sumen a esta tendencia. Cuando comparamos la productividad de las pymes con las grandes empresas, identificamos que las Pymes solo alcanzan un 30% de la productividad de estas últimas.

Yo he trabajado con Pymes en temas de innovación y les hago una pregunta, ¿cuáles son las primeras tres palabras que se te vienen a la mente cuando piensas en innovación?, las palabras que más se asocia a la innovación son “tecnología” o “futuro”, pero la innovación va más allá y si se queda solo en esas dos palabras podría parecer que es algo inaccesible o postergable.

Las empresas deben de encontrar un equilibrio entre el negocio de hoy y el negocio del futuro, ver a la innovación como un proceso de toma de decisiones que los lleva a encontrar problemas y necesidades no atendidas y encontrar soluciones viables que generen valor. No se trata solo de tecnología, menos cuando hay empresas que tendrían que elegir entre pagar nómina o invertir en un equipo. Por otra parte, si se piensa en la innovación como el “futuro”, daría lugar a pensar que todavía tienen tiempo de entrarle a la ola tecnológica, pero no es así, si no toman acciones hoy, las brechas se harán mucho más amplias. Otra palabra que mencionan con muy con mucha frecuencia es “cambio” y ¿quién no tiene temor al cambio?

Debemos replantear la declaración del reto, más allá de digitalizar a una empresa, instémoslas a ser más productivas, a tomar decisiones más inteligentes y promovamos las nuevas tendencias y tecnologías como medios para lograrlo. Si vemos a la innovación como este proceso que lleva a identificar un problema y diseñar una solución para resolverlo, entonces la innovación es para hoy y es para todos, ¿qué empresa hoy no tiene problemas?. Busquemos adquirir nuevas herramientas desarrollar nuevas capacidades para encontrar y diseñar soluciones que realmente generen valor y tengan impacto positivo en la sociedad, llevemos a nuestro país hacia mayores niveles de productividad y competitividad.