No existe transformación sin innovación

Tamaulipas
Manu Pedrero Iñiguez.
Agosto 2020
Manu Pedrero Iñiguez, industria 4.0.  Tecnalia - Research & Innovation
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Existe una necesidad de moverse hacia la innovación, uno de los puntos fuertes de la Industria 4.0 (i4.0).

No puede haber innovación, ni puede haber transformación, si no existen cambio tanto en la parte tecnológica, como en las personas.

Es importante ser consciente del momento en el que nos encontramos, y este momento, no es uno normal, ya que son tiempos importantes y críticos, como pudieron ser las guerras y que han venido a transformar todo alrededor. Ahora mismo, estamos en el justo momento de transformación; por lo que el hecho que haya una resistencia a la adaptación, supone un problema grande.

“Las especies que no se adaptan, están condenadas a extinguirse”. A lo largo de la historia siempre ha existido un proceso de adaptación. Cuando nos hemos negado a adaptarnos ha ocurrido algo y no ha sido bueno; esto significa que no queda más remedio que estar con parte de nuestros sentidos viendo lo que sucede en el entorno, leyendo e interpretando las señales y a partir de ahí, movernos.

Hay una necesidad que he detectado cuando visito empresas, en las que se han realizado evaluaciones de industria 4.0., y uno de los puntos críticos es la historia de la industria en la frontera de México, pues hay un concepto de empresa basado en la maquila y ese concepto tuvo un inicio, y en algún momento tendrá un final.

Lo que es necesario hacer hoy en día es que teniendo la conciencia del entorno de lo que está ocurriendo y teniendo dos riquezas, -mano de obra de trabajo y gente especializada de calidad- es necesario evolucionar la concepción de maquila utilizando las nuevas ideas de la i4.0 para que no sea exclusivamente una producción y una industria basada en la mano de obra.

En la frontera, existen industrias que están funcionando de manera excelente, y otras que se están transformando también de manera extraordinaria. Sin embargo, tienen necesidades, ya que están organizadas en el concepto basado en mano de obra y en el tema de continuar produciendo y mejorando en esas condiciones. Al final, lo que es necesario es incorporar todo lo que está huyendo en estos sitios para transformar, porque el tema de costo de mano de obra tendrá un final, y eso no funcionará siempre.

En China ha ocurrido. Inicialmente tenían salarios bajos y ahora tienen salarios medios, e incluso, superiores a los salarios medios de México. Las ventajas iniciales ya no existen y en China, han ido evolucionando en base a una adaptación rápida de los productos; de sacar nuevos productos y de poner en marcha un sistema comercial fuerte.

Al tener una fuerza interna tan grande como su mercado interior, lo que han hecho es desplegarlo hacia el exterior, además de controlar la cadena de distribución.
En este caso, México es un poco distinto, ya que la propiedad de las maquilas no está propiamente en la frontera o en el país; en cualquier caso, esas empresas que son referentes y que están funcionando bien, deben mostrar el camino, incorporar los conceptos e ir funcionando, y en algunos casos, no avergonzarse de utilizar robots o máquinas, o que están sensorizando la producción con menos esfuerzo.

Creo que habrá una evolución, porque ahora mismo la población de México es amplia y existe un flujo constante de personas que desean trabajar en la frontera, por lo que no hay problema de mano de obra; sin embargo, uno de los problemas que creo existe en Reynosa, es el cambio y rotación en la mano de obra de las empresas; esta rotación lo que hace al final es generar o incorporar una serie de desventajas y pérdidas implícitas que no se pueden admitir en el tiempo.

Si resulta que en lugar de una rotación del 50% o 60% de la plantilla anual se consigue reducirla, si además se consigue que la formación de nuevas personas dure menor tiempo; sean más eficaces y se incorporen antes; al final serán más productivas, generarán más valor y no querrán marcharse a otra empresa por un mínimo ingreso superior.

Existen organizaciones que no están del todo bien, y otras que necesitan organizarse, trabajar en nivel de tecnología, a nivel de mercado, de estructura de la empresa y a nivel de cultura. Esto es algo a lo que llamo el TMEC: tecnología, mercado, estructura y cultura de una empresa, precisamente para que se puedan adaptar.

Es necesario ajustarnos a un nuevo orden en todos los aspectos. El único gran riesgo es permanecer paralizados o estancados por decisiones extemporáneas. Hay que reconocer que la implantación y despliegue de i4.0 es más fácil de lo que parece, cuando se aplica un método y una visión holística de la empresa y se conocen las tecnologías aplicables. Actualmente se disponen de muchas herramientas, métodos y el conocimiento necesario para abordar el proceso de transformación digital hacia la Industria 4.0 con las máximas garantías. Solo nos queda ponernos en marcha y aplicarlos.