La capacitación industrial enfrenta un nuevo paradigma. Las organizaciones en la actualidad son más ágiles, abismalmente distintas a como eran hace dos o tres décadas, y están mezclando culturas generacionales cuyas competencias están basadas en gran medida en diferencias de acceso y asimilación de nuevas tecnologías de la información.
Nuestra experiencia a lo largo de siete años nos muestra que existe una coyuntura crucial en el tema de seguridad industrial y prevención de riesgos que se basa en tres ejes.
El primero tiene que ver con dinamismo actual de las organizaciones, que ha provocado que, salvo algunas notables excepciones, dediquen menos de 1% a temas de capacitación, según se muestra en estudios de algunas consultoras y asociaciones.
En segundo término, está la rotación. No es que pase solo en México, en el mundo estamos atestiguando altos niveles de rotación que dificultan y encarecen alcanzar y mantener niveles aceptables de competencias en posiciones clave de trabajo.
Finalmente, me gustaría apuntar que las generaciones millennials y centennials, que hoy ya forman la mayoría de la fuerza laboral, tienen poca disposición y absorción de aprendizaje a través de métodos tradicionales.
Lo anterior es una paradoja, empresas más dinámicas, con mayor rotación y con cada vez menos tiempo de acceder a capacitación, lo que para los que nos dedicamos a temas de prevención de la seguridad industrial significa un alto riesgo de incrementar el índice de siniestralidad. En respuesta, se antoja determinante generar esquemas flexibles de aprendizaje efectivo.
La buena noticia es que la tecnología de la información ha permitido crear herramientas para evolucionar el entrenamiento para la construcción de competencias y la homogeneización de habilidades y capacidades del recurso humano.
La capacitación ha salido de las aulas para migrar al e-learning, basado en cursos en línea con procesos inmediatos de autoevaluación. Pero, sobre todo, me gustaría hacer hincapié en la realidad virtual pues está llegando a un proceso de maduración tal, que le ha permitido ser cada vez más adoptada y preferida por los especialistas en capacitación. Debido al potencial de sus aplicaciones, esta tecnología se encuentra entre las 10 megatendencias tecnológicas.
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