La ventaja que tienen las pequeñas y medianas
empresas mexicanas para exportar, es que desde hace 25 años, han trabajado con
países de Norteamérica, por lo que,
conocen los requisitos que Estados
Unidos solicita en calidad y documentación técnica, es decir, son empresas
acostumbradas a cumplir una serie de solicitudes y normativas parecidas a las
que se emiten en Europa.
Así lo dio a conocer Luc Tre Utens, director de la
agencia LT_ixCE, especialistas en
Comercio Exterior con sede en Canadá, quien ofreció un taller informativo a
socios empresarios de Canacintra Celaya y municipios circunvecinos a fin de
asesorarles en su intención de exportar a Europa y Canadá.
“En México hay un avance en comparación con otros
países que no están acostumbrados a hacer este tipo de negocio, la distancia
podría ser una limitante, pero con la infraestructura en logística de México
este tipo de retos se superan fácilmente y las empresas han logrado adaptarse”,
consideró.
Informó que un problema que enfrentan las pequeñas
y medianas empresas, es cómo entrar al extranjero, en cualquier parte del
mundo, pues las empresas mexicanas cuentan con todo tipo de producto que pueden
ofrecer a otros mercados.
Añadió que Canadá, la Unión Europea, incluso Brasil
y Corea del Sur son países que han ganado participación como clientes de las
exportaciones mexicanas, mientras que Estados Unidos ha perdido participación
en el total de los envíos de México al mundo.
“Las oportunidades siempre vienen de la mano con la
cuestión del producto adecuado y del precio, en este caso, las empresas
mexicanas son muy versátiles y pueden hacer productos de acuerdo a la zona, la
clave es investigar qué es lo que requiere el mercado, porque la materia prima
en México ya existe” , opinó.
ACUERDOS COMERCIALES FACILITAN INTERCAMBIOS
Luc Tre Utens, informó que estos acuerdos
benefician aún más a México, pues aunque existen normas comunes y
reglamentaciones en el tema de impuestos, mismos que han sido siempre un
problema por el costo, se está viendo principalmente el precio que se ofrece
por el importador, pues, si se desaparecen estas “barreras” arancelarias se
podría presentar un caos en cuanto a la exportación e importación de
mercancías.
“No es que de un día a otro las Pymes mexicanas se
vean preparadas para exportar, es todo un proceso, es a prueba y error, es un
reto, pero hay barreras que cayeron y entonces de alguna manera pueden avanzar
ya con más facilidades”, añadió.
Finalmente, dijo ser consciente de la importancia
de no desatender la calidad de los productos y servicios que se brindan, así
como mantener actualizadas las habilidades y aptitudes de las Pymes, por lo tanto,
consideró importante mostrar compromiso con los procesos de certificación
aduciendo razones diversas que apunten por ampliar la cuota de mercado y
asegurar un lugar en la cadena de valor global.