La industria automotriz, en los próximos cinco años, sufrirá una transformación importante y determinante al cambiar los patrones de consumo y demanda, subirá el gusto por los nuevos modelos y tipos de productos. Uno de los factores por los que están cambiando tiene que ver con el desarrollo de autos autónomos y eléctricos, y trae una vertiente interesante para la industria de la manufactura de Norteamérica y el resto del mundo, de acuerdo con Carlos Mortera, director internacional para Latinoamérica de la Asociación de Tecnología para la Manufactura (AMT).
En entrevista, el especialista dijo que todas las tecnologías de manufactura están siendo trasladadas hacia el soporte de los nuevos diseños de productos que están evolucionando.
“Ahora hay una cantidad de tecnologías emergentes que están incorporándose para el diseño de las nuevas baterías, arneses, semiconductores, porque la movilidad eléctrica y autónoma cuadruplica el número de semiconductores que son requeridos para que un automóvil esté bien equipado; de la misma manera, hay una consolidación, normalización y estandarización de piezas, un auto a combustión interna requiere de cuatro veces más componentes diferentes que un EV, ahí es donde creemos que México va a potenciar todo esto”, explicó.
Asimismo, resaltó que la industria de autopartes está apostando al desarrollo de capacidades para fabricar baterías eléctricas, sistemas de transmisión, chasís, etcétera. Esa es una de las caras que estará transformando a la industria automotriz en los próximos cinco años.
“En Norteamérica, los economistas industriales de AMT teníamos la visión que a largo plazo todo mundo nos íbamos a movilidad eléctrica y autónoma, pero continentes como Asia y Europa iban a ser los dos polos de desarrollo más importantes y que iban a estar implementando más la tecnología con mayores consumidores. Pensamos que Norteamérica iba a irse primero por la parte híbrida y después la eléctrica; sin embargo, por la parte ambiental y muchos otros factores, se está acelerando el consumo y la adopción en esta región. Es un reto importante para la transición, pero la demanda esta ahí, y las plantas automotrices también”, agregó Mortera.
Aunado a las nuevas formas de movilidad, el director internacional de la AMT expresó que las plantas autopartistas ya están trabajando o buscando cómo integrase en esta nueva cadena de suministro.
“México es una región privilegiada porque el hecho de que hay casi 100 centros de diseño de diferentes componentes va a permitir potenciar eso. Estamos viviendo el segundo año de la implementación real del T-MEC, la recuperación de la industria de autopartes y automotriz fue realmente buena, el año pasado lo cerramos con 94,000 millones de producción, que fue muy cercano a los niveles del 2019”, añadió.
Por último, refirió que la perspectiva de este año es crecer entre el 5 y 7%. "Además, en tanto las diferencias que se traen en clasificación de contenido, nos ayudará a estimar otro potencial de crecer 10% en los próximos tres años en cuanto al contenido de las piezas fabricadas en Norteamérica”.
TEMAS RELACIONADOS:
Industria Automotriz
