Cuando
hablamos del crecimiento económico de un país, sin duda alguna terminaremos
hablando sobre la política económica y el comercio exterior de dicha nación.
Hoy en día, esta política se ha vuelto tan importante, que podemos ver países
como Singapur, en Asia, lograr aumentar su riqueza los últimos 50 años de una
manera exponencial. Entre 1976 y 2019, esta nación ha tenido un crecimiento
promedio anualizado de 6 por ciento.
De
entrada, es gracias al eje central de su libertad económica y sin duda alguna
la educación, pero un punto importante es la facilidad de hacer comercio con el
exterior. Es decir, facilitación aduanera, que, en mi opinión, viene a
revolucionar la manera de intercambiar mercancías y, de quedarnos atrás,
incapacitará el crecimiento de México a largo plazo.
Este
país, a diferencia de otros con mayor crecimiento económico, se caracteriza por
tener una aduana enfocada al gravamen de impuestos y en menor proporción a la
seguridad o facilitación aduanera. Al ser el socio comercial número uno de EE.
UU. y no lograr agilizar la entrada/salida de mercancías, nos dirigimos a tener
un saldo comercial negativo como hasta ahora.
Y
no es por un tema aislado o sólo causa-efecto del gobierno en función, también
es por el desconocimiento de distintos programas de fomento al comercio
exterior y en la aplicación de la aduana inteligente y electrónica que otros
países tienen.
Tenemos
programas como el Operador Económico Autorizado (OEA), el cual cada vez vemos en
mayor escala en países de Latinoamérica. Por ejemplo, Colombia, que este mismo
año decidió empezar la implementación a sus importadores y agentes aduanales.
En
México surgió el programa Empresa Certificada, para posteriormente convertirse
en el Nuevo Esquema de Empresa Certificada, que hoy en día se conoce como OEA.
Dicho programa logra convertir a la empresa en un tipo de compañía VIP; ante
los ojos del SAT, ya que brinda seguridad en la cadena de suministros, ofrece
un margen de error libre de multas y también carriles exclusivos en algunas de
las aduanas más importantes del país.
En
un segundo enfoque, es importante señalar que la autoridad también es parte
fundamental de esta mejora en la cadena de suministros y la facilitación
aduanera. Para lo cual creó tres pilares importantes que al día de hoy no han
podido ser aplicados en su totalidad, debido a la falta de tecnología en la mayoría
de las aduanas en México; sin embargo, el aeropuerto de Querétaro es, desde
hace algunas semanas, pionero en la implementación y aplicación de los tres: MATCE,
VUCEM y PITA.
El
primero se enfoca en la administración, control y base de datos de todo el
comercio exterior en una nube por cada RFC.
VUCEM,
que es la Ventanilla Única, concentra todas las secretarías y administraciones
para solicitar todo tipo de permisos, autorizaciones, certificados de origen y
cualquier requerimiento que tiene que ver con el Comercio Exterior.
Por
último, tenemos PITA o Proyecto Integral de Tecnología Aduanera, el cual busca
simplificar el despacho y eliminar completamente el uso de papel para desaduanar
la mercancía.
Desde
mi perspectiva, considero que estos pilares pueden lograr revolucionar el
comercio exterior en México, una vez que su aplicación sea realizada al 100% y
se ponga en práctica en su totalidad en las 49 aduanas del país. De tal forma
que podamos garantizar la facilitación aduanera y con esto el crecimiento económico
de la balanza comercial del país.
Concentrar
la mayor cantidad de inversión extranjera al ser punta de lanza en este tipo de
tecnología en Latinoamérica y poner el ejemplo a los demás países en desarrollo
del mismo continente. Para que, dentro de pocos años, estemos hablando de cómo
logramos un milagro económico similar al de países asiáticos, gracias a la
implementación de la tecnología para la facilitación aduanera del país.
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