Hace tiempo me
preguntaron la razón por la cual el Marketing se convirtió en una pasión de mi
vida, a lo que sin pensar contesté: “Es sencillo, no he visto otra área tan
dinámica, versátil, creativa, innovadora y potencialmente adaptable a cualquier
oficio o profesión, y eso, me apasiona”; motivo por el cual me puse a pensar en
la aportación tan grande que puede tener para los nuevos emprendedores y los ya
experimentados empresarios, aquellos que se rehúsan a los cambios y adaptación
de mercado.
Sin embargo, cuando
lo implementan, se vuelven adictos a ello; me refiero a las estrategias, las
relaciones públicas, el branding empresarial, la publicidad, y las grandes
ventas que fortalecen a las empresas hoy en día.
Pertenecemos a una
región que crece, se evoluciona, se renueva y propone nuevas estructuras de
empleabilidad, somos un mercado exigente, sí, pero esa exigencia viene de ser
un mercado tradicionalista, aquel al que le ha costado aceptar que si no
innovamos, morimos; como sucede con muchas marcas que han llegado a su declive,
pues no aceptan esa adaptación que todos necesitamos en el momento más cumbre
de nuestras vidas y negocios.
Hoy contamos con
capital humano fuerte, actualizado, que pide ser partícipe de grandes
proyectos, contamos con un Estado en potencia de desarrollo económico, con
emprendedores exitosos, con nuevos y mejores profesionistas, con objetivos
diferentes que nos posicionan como grandes estrategas del mundo empresarial.
Pero aún y con toda
nuestra ventaja competitiva, me surge la incógnita: ¿Será política de negocios
que solo las grandes marcas pueden tener una formalidad empresarial? O mejor
aún, ¿por qué los dueños de las Mipymes le tienen tanto miedo a invertir en una
mercadotecnia que abone de manera productiva a sus empresas?
Ese cuestionamiento
surgió desde que decidí emprender, pues una de las razones por las que me
aventuré fue precisamente para impulsar a los empresarios en temas de
mercadotecnia, más allá de ser mi profesión y pasión, es una necesidad latente
para permanecer en el mercado con conceptos frescos, publicidad orgánica y
libre de estereotipos, pero principalmente, y lo que más preocupa es impulsar a
la fuerza de ventas, pues de ahí depende el sostén de la empresa.
El marketing dejó de
existir solo para “fechas especiales”, el marketing lo necesita la dueña de una
abarrotera, el contador de una oficina, la asistente del director, el gerente
de producción, la comerciante del tianguis y el director de una empresa, todos
necesitamos del marketing, necesitamos de estrategias y necesitamos de sanas
relaciones.
Finalizo con una de
mis recomendaciones más precisas y que hoy te comparto así como lo hago en
cualquier oportunidad que tengo: “Ocúpate de tu Branding personal y
empresarial, pues todos los días vendemos, y si no sabes venderte a ti mismo,
¿cómo pretendes hacer estrategias y publicidad de tu empresa?”
¡Recuerda crear
productos para tu mercado, y no buscar mercado para tus productos!
MÁS INFORMACIÓN:
SARAÍ LÓPEZ ROSAS
Es especialista en
Marketing y Relaciones Públicas y Docente en la Universidad de León
Cel: 477-557-6429
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