Su carrera profesional inició como diplomático mexicano en el servicio exterior, en la embajada de México en Ottawa, Canadá. "Inicié como agregado diplomático en el área de promoción de turismo; luego, el embajador me asignó el área administrativa de la representación mexicana", dijo Noé Elizondo.
Poco a poco, obtuvo diferentes responsabilidades; al término del sexenio, se trasladó a Berna, Suiza, donde se desempeñó en la embajada mexicana de la ciudad.
Durante su trayectoria, trabajó en América del Norte, Europa y Asia, tanto en embajadas como en consulados generales, donde se dedicó a la promoción de negocios, temas consulares, económicos y sociales.
Además, ha contribuido para que se lleven a cabo acuerdos históricos del país: participó en la negociación de tratados previos al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, como el primer tratado para evitar la doble tributación y evasión fiscal, la protección de las inversiones extrajeras, la reconciliación estadística, entre otros.
También, buscó la aceptación de Canadá para que México formara parte del APEC, otros foros del Pacífico, y la OCDE. Además, promovió la inversión canadiense en el sector minero de México.
Debido a su cercanía con la cultura, leyes, economía y sociedad del país, trabajó con el gobierno de Canadá para abrir una oficina de representación de la Agencia para la Promoción y el Apoyo para las Exportaciones de Canadá (EDC).
"Haber trabajado cerca de grandes embajadores, de personas de mucha capacidad intelectual, económica, política y social me ha dejado mucho. Ha sido muy importante lo que he podido aprender de ellos, sobre todo, durante los primeros años".
Noé Elizondo compartió que su reto más grande fue extrañar a México, ya que no existían las tecnologías actuales de comunicación. En la embajada de México en la República de Corea, estuvo al frente de la cooperación bilateral en ciencia y tecnología.
Actualmente, radica en Monterrey, Nuevo León, donde dirige la Cámara de Comercio del Canadá, Capítulo Monterrey. "Después de estar 25 años fuera del país en diferentes representaciones, ya no quería irme de nuestro país. México es maravilloso, y quería gozar de él, nuestra historia, tradiciones, cultura, feria, nuestra vida".
Añadió que, en este momento de su vida, disfruta de compartir lo que ha aprendido e influir en los demás a través de programas como CanCham Universitario, que busca formar a los diplomáticos mexicanos del futuro.
“En su momento, mucha gente me ayudó. Ahora, como presidente de la Cámara de Comercio de Canadá, veo que mucho de lo que yo viví, estudié y conozco de Canadá, tengo oportunidad de compartirlo o mostrarlo, y que sume al desarrollo económico de México”, finalizó.
