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Constancia y lealtad en 17 años lo impulsan a gerencia regional de RH

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La constancia y la lealtad lleva consigo por inercia una recompensa, ya sea a largo, mediano o largo plazo, y así lo confirma Carlos Alejandro de la Masa Borja, quien a lo largo de 17 años ha logrado una trayectoria ejemplar en la compañía que trabaja, actualmente conocida como Daimay Automotive Interior tras la inversión de capital chino.


Alejandro de la Masa, originario de Durango, pero que radicó gran parte de su formación académica en San Luis Potosí, recientemente recibió el nombramiento de gerente regional de Recursos Humanos de Daimay, siendo el responsable del personal de las tres plantas que próximamente operarán en Ramos Arizpe.


“Estudié en el Instituto Tecnológico de San Luis Potosí, pero al tener familiares en Saltillo me recomendaron hacer mis prácticas aquí, y así comencé en Johnson Controls como becario en 2003. Teóricamente venía por seis meses y me regresaría a San Luis, pero vi buen futuro en esta ciudad y decidí probar un tiempo más, pero aquí me quedé y hasta me casé, conocí a mi esposa en la compañía”, relató.


Estuvo un año y medio fungiendo como practicante hasta ser contratado como asistente de Recursos Humanos, y desde entonces ha estado en esa compañía, primero como Johnson Controls, después cambiamos a Motus y actualmente Daimay.


“Afortunadamente las circunstancias y los resultados se fueron dando, pasé por todos los departamentos de Recursos Humanos: reclutamiento, capacitación desarrollo organizacional, nóminas, compensaciones y el haber pasado por todas las posiciones fue lo que me ayudó a estar preparado para el reto de una gerencia”, explicó.


Uno de los cambios más drásticos para Carlos Alejandro fue la transición que tomó el pasar de la dinámica de una empresa norteamericana a la de una compañía asiática, ya que menciona que ha sido un cambio de mentalidad.


“Desde que inicié aquí (Johnson Controls) hasta la llegada de Daimay, siempre fue capital americano, entonces la forma de trabajo a la que estamos acostumbrados es muy diferentes a la que hay en China, la forma cultural de planear y tomar decisiones cambia totalmente”, expresó.


“En occidente el exceso de trabajo hace que la gente no sea tan leal a una compañía, sobre todo a nivel operativo. Y la forma de pensar en China es ‘si vas a entrar a una compañía que sea para toda la vida’, que es algo que precisamente pienso igual, por algo llevo aquí 17 años. Realmente me gustaría si se pudiera jubilarme en esta empresa. A mí me gusta mucho lo que hago, Recursos Humanos y no quisiera salirme a otras áreas”, finalizó.


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