TPI Composites es una empresa de clase mundial
enfocada a la producción de aspas que generan energía eólica. En Ciudad Juárez
cuenta con tres plantas: la planta 1, abierta en 2013; la 2, en 2016; y la
planta 3, en 2017. En entrevista exclusiva con Mexico Industry, Víctor Sáenz, gerente
general de las tres plantas, nos habla sobre la historia de TPI en nuestra
ciudad.
La historia de TPI en Cd. Juárez comenzó con VienTek
(cuyo significado es tecnología de viento), una empresa conjunta entre TPI y
Mitsubishi Heavy Industries, comenzado en 2001. Durante más de diez años
VienTek fabricó más de 9,000 aspas de 27, 30, 45 y hasta 50 metros en la
ciudad, hasta que en 2012 la empresa cerró porque Mitsubishi se retiró del
mercado norteamericano. Un año más tarde se reabrió formalmente como TPI, con
clientes de clase mundial como GE y Gamesa. En ese entonces se inició
fabricando aspas de 48 metros, pero hoy en día se producen aspas de hasta 65
metros, con un peso de 14 toneladas, que fabrican 3,500 empleados repartidos en
las tres plantas. Tienen en total, trece líneas de producción y, de acuerdo con
Sáenz, son considerados como el número uno en fabricación de aspas globalmente.
El valor agregado de la empresa, de acuerdo con
Sáenz, es la calidad con que se fabrican los productos, el bajo costo y la
rapidez. “Nosotros podemos comprar material en gran cantidad globalmente, por
lo que ofrecemos un buen precio”, explicó.
En total, TPI cuenta con 13 fábricas en todo el
mundo, pero la planta 2, así como las otras en Cd. Juárez, producen más volumen
de productos. Además, la calidad y el tiempo de entrega son superiores, por la
mano de obra mexicana. Sobre los trabajadores mexicanos, Sáenz comentó lo
siguiente: “Nosotros nos criamos trabajando desde chicos, cosa que no sucede en
otros países, y eso hace a los trabajadores más ingeniosos. Inclusive, trabajé
1 año en EU; 5 meses en Turquía y visité nuestras plantas en China, y pude[GR1] ver claramente la diferencia. Somos muy
artesanales, lo cual es idóneo para fabricar aspas, ya que su producción es muy
manual”, dijo.
Estos productos hechos en México se exportan en un
90% a Estados Unidos y un 10% se quedan en México. Esto debido a que las
grandes empresas estadounidenses como Apple, Google y Amazon buscan generar más
energía renovable para: 1) ahorrarse costos y 2) preservar el medioambiente, lo
cual ha influido en el resto de las empresas del vecino país. En México, por
otro lado, este interés por las energías renovables es relativamente nuevo, por
lo que la instalación de las aspas en el país aún no es tan fuerte.
Aun así, Sáenz explicó que México -y particularmente
Cd. Juárez- es de vital importancia para TPI. Al encontrarse en el punto medio
del continente, la empresa se encuentra en una posición ideal para transportar
las aspas a Norteamérica y también exportarlas hacia el resto de Latinoamérica,
como es su plan a futuro.
Sobre el proceso de fabricación de las aspas, Sáenz
detalló que es sencillo. Se tiende la fibra de vidrio en el molde, se le pone
una bolsa de nylon, aplicando vacío para luego agregarle resina (pegamento para
las capas de vidrio). Luego, se les aplica temperatura para endurecer la pieza,
se ensamblan las dos piezas y algunos otros componentes con equipos hidráulicos
gigantes. Al final se lija la superficie, se ponen refuerzos y se pintan
completamente, similar a como se pintan carros en un taller de carrocería.
Solamente hay dos fases para las que se utiliza maquinaria: cuando se corta la
fibra de vidrio con una máquina de control numérico y al taladrar los agujeros para poner los
tornillos y ensamblarla [GR2] en la torre.
Sáenz destacó que en las plantas de Juárez las aspas
se pintan con rodillos porque en el país es común que la gente pinte su casa
con esta herramienta, mientras que en otros países lo hacen con pistola ya que
no manejan tan bien el rodillo, lo cual eleva costos: la pintura se
desperdicia, tienen que tener cuartos especiales para contener vapores y pocas
personas saben hacerlo.
El gerente también explicó que en Juárez no hay
mucha gente con experiencia en material compuestos, por lo que a cualquier
empleado le toma un año aprender a trabajar una buena parte del proceso.
Los materiales que TPI utiliza para fabricar aspas
provienen de EU y Europa. Sáenz lamentó que en México no exista la cadena de
suministros necesaria, pero uno de sus planes a futuro es traerlos a México.
Como planes a futuro, TPI tiene la fabricación de moldes para sus clientes e
inclusive, vender a su competencia, y la apertura de la cuarta planta en la
ciudad a principios del 2019.
Por último, Sáenz compartió que los valores que
rigen a la empresa son honestidad y responsabilidad. “Inclusive, los empleados
utilizan playeras como uniforme que tienen estampados, en la parte de la
espalda, nuestros valores, los cuales son distintos colores dependiendo de cada
área”, finalizó.
Más información
TPI Composites
planta 2
Inicio de
operaciones: 2016
Número de
trabajadores: 1,322
Origen: México
Giro: Energía eólica
Productos:
Aspas