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Antonio Solares Sánchez: Reconoce que las oportunidades nacen del aprendizaje constante

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Con más de 10 años de carrera en Metalsa, el ingeniero en Electrónica y Comunicaciones, Antonio Solares Sánchez tiene claro que el camino para aspirar a mejores oportunidades de trabajo es el aprendizaje constante, así como el recorrer diferentes áreas y tener conocimiento de ellas.

Solares de 32 años, quien también tiene una maestría en Administración de Empresas enfocada a Calidad y Productividad, inició en la empresa como practicante en el área de Automatización, Control y Mantenimiento. “Me dedicaba a hacer pantallas de panel view que la gente pudiera controlar, y poco a poco la misma empresa te va desarrollando para programar y al final de tus prácticas te enseña robótica. Asimismo, te muestran el complejo sistema de trabajo, información de piso, entre otras cosas”, comentó.

Tras un año y medio fue contratado como Especialista Jr. de Mantenimiento Correctivo, en la línea Tundra de Toyota; Solares asegura, que fue ahí donde aprendió sobre el manejo de personal, debido a que tenía algunos técnicos a su cargo. “En ese año y medio nos fue muy bien, los indicadores de la línea alcanzaron nivel récord, en base al esfuerzo de los técnicos y de mi jefe Eduardo que siempre me enseñaba; aunque era vivir corriendo si alguna cosa de la producción fallaba”, recuerda el ingeniero, quien más tarde llegaría a trabajar en la línea de Tacoma.

Por otra parte, Solares asegura que “fue complicado porque apoyamos en el arranque, eran jornadas de 14 a15 horas, porque la línea se la trajeron de Estados Unidos con la producción de Toyota andando”.

Tiempo después Metalsa compra Dana y el máster originario de la Ciudad de México es enviado a Argentina para apoyar a los ingenieros a implementar el sistema de trabajo que hay en México. “Fue una etapa de aprendizaje profesional, pero sobre todo personal, por el cambio de cultura y el ritmo de trabajo”, dijo.

El reto más grande
Al regresar de Argentina, la compañía necesitaba apoyo en un proceso nuevo llamado hidroformado, es decir prensas hidráulicas, por lo que fue asignado a dicho procedimiento.

“Teníamos encima a Chrysler, entonces algunas jornadas eran hasta de 24 horas, recuerdo que llegaba a mi casa a estudiar sobre el proceso, y aunque empezamos todos de cero, siempre entregamos a tiempo”, comentó.

Al terminar el proyecto lo ascendieron a cargo de toda el área de Toyota, dos líneas de Tundra y Tacoma, tenía 72 técnicos a su cargo, un taller y dos líneas de ensamble.

Actualmente es gerente de Automatización y Control en el área de Tecnología. “Es un puesto global donde vemos la parte de vehículos ligeros tanto de Alemania, Estados Unidos, China, Brasil y México, se trata de buscar nuevas tecnologías, tendencias para la industria y desarrollarlas”.


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